La Generación de los Sueños
/Hace unos días, mi mejor amiga me mandó un voicenote. Estaba llorando. Me dijo que uno de sus amigos cercanos, el mismo de su foto de perfil, había sido asesinado por la Guardia Nacional. Nuestra generación, aquellos nacidos en los noventas y principios de los dos mil, nos ha tocado duro. No solo a nivel económico (que ya es mucho), si no a nivel social y político. Somos una generación que crece sin libertad y no en un sentido simplista de la palabra: es como estar secuestrados, acorralados, o enjaulados por un Estado hostil y omnipresente (además de omnipotente) que pareciese alimentarse de la miseria y desgracia colectiva de sus ciudadanos. Somos una generación a la que le han troncado los sueños; nos han llenado de balas y sangre, nos han dicho que el futuro no existe, nos han enfrentado entre compatriotas, nos han forzado – casi empujados – a irnos a tierras lejanas y nos han hecho entender que no importamos; que solo vale esa oligarquía corrupta y fétida que tanto delira con Fidel pero viste Louis Vuitton y que duerme sobre un pozo (ahora charco) de petróleo. En fin, somos una generación dolida y violentada. ¿Pero somos solo eso? No. Somos una generación que con cada golpe, cada disparo, cada exilio y cada bomba, levanta la cara y sonríe porque sabe que el futuro – a pesar de lo que nos dicen los gobernantes – si existe. Y es por eso que somos la Generación de los Sueños, la que sabe que es posible crear un país mejor donde hay espacio para todos. Porque eso es Venezuela: una tierra de caras y mentes diferentes que en su diversidad hacen la belleza física y espiritual de este país. Muchos lo llaman 'país de mierda', pero ¿como decirle así a un país donde florece sin que sea primavera, donde la felicidad perdura en malos momentos, donde todo es un abrazo y un 'mi amor', donde jamás te sientes solo, donde abunda el calor humano y donde las guacamayas te cantan cada mañana? ¿Un país que fue el primero en abolir la pena de muerte, que tiene a Rómulo Gallegos, Cruz Diez, Yolanda Moreno, Carlos Raúl Villanueva, Uslar Pietri, Convit, Fernández Morán y un sin fin de mentes ilustres más? Es por ese país que luchamos. Porque creemos en su futuro y creemos que hay un paraíso detrás del lodo, como cuando Santos Luzardo le enseñó a Marisela su propia belleza. Esto no es 2014: en las calles están todas las edades, clases sociales y trasfondos posibles. Ahora somos un solo país que, tras tanto dolor y ofuscamiento, finalmente entendió su identidad y que, si todos ponemos de nuestra parte o de nuestra ayuda, va a salir de esta pesadilla muy pronto. Vamos a crear país, vamos a demostrar que el futuro es real. Por eso les pido a todos: sueñen con esa Venezuela futura que vamos a construir, esa Venezuela que mi generación hará suya y le dará a sus hijos. Sueñen con ver a Caracas limpia y segura, con ver a los jóvenes hacer vida aquí, con democracia y justicia, con cultura y museos, con un piso de Cruz Diez que sea de bienvenida y no de adiós. Sueñen con una Venezuela libre: porque los sueños se cumplen y porque por ellos se lucha.